La Maestranza de San Bernardo tiene su episodio de dolor
preocupacion y tristeza.
El 14, creo, me presento a la Maestranza San Bernardo,
porque entiendo que mi comisión de servicio está caduca.
porque entiendo que mi comisión de servicio está caduca.
Pero allá ha cambiado todo. Sólo hay preocupación y tristeza.
Es que la gente olía que cosas más terribles se venían.
De hecho no pasarían muchos días antes de que soldados
de la Escuela de Infantería vinieran armados a revisarnos
y a llevarse a operarios de diferentes talleres. Y no fue la única vez.
Una mañana fui testigo de cómo se llevaban a once compañeros de partido.
Entre ellos veo a mi compañero José Morales sereno entre dos soldados.
Él con la seguridad de la conciencia tranquila me dice,
“Fernando ve donde mi esposa y le dices que no se preocupe
que volveré pronto”.
Más atrás veo a Adiel Monsalve, también entre soldados.
Adiel al verme preocupado me dice sonriendo, “Tranquilízate” ,“volveremos”.
Pero ni Adiel ni José volvieron a pesar de todo lo que los buscamos.
Una búsqueda frenética en que alguien viene a vernos y nos cuenta que
le han dicho que a nuestra gente la tienen en Santiago, en la morgue.
A la mañana siguiente partimos temprano en mi taxi desde la maestranza.
Al tratar de salir nos encontramos con un camión militar que pretendía entrar,
pero le bajaron las barandas porque iba a pasar el tren.
El guardia ferroviario con mucha audacia, tras el paso del tren,
nos dio la salida a nosotros primero, lo cual me salvó porque,
según supe después, los milicos de ese camión,
entre otros, venían a buscarme a mí.
Texto sitio "Las Historias Que Podemos Contar"
Muchas Gracias